jueves, 24 de junio de 2010

Primer Centenario de Tenares... ¿para qué celebrarlo?

Por Félix González*
Para que como pueblo podamos conservar nuestra identidad, debemos basarla principalmente en nuestra cultura y nuestra gente. El interés de celebrar el primer centenario de la ciudad es sacar la fuerza interior de los que vivimos en ella, reconociendo a quienes han aportado a su desarrollo.

Las generaciones futuras deben preservar los valores que nos dieron origen. Debemos decirles y enseñarles lo que se puede hacer para mejorar el futuro de Tenares, tomando en cuenta la educación de un ser humano íntegro.

La celebración de este primer centenario debe involucrar a nuestros campesinos, nuestros barrios, nuestras lomas, todas las secciones o parajes de nuestro municipio; este es el momento para convertirnos en verdaderos servidores de nuestra comunidad, promoviendo nuestros valores, nuestra salud, nuestro trabajo, cuidando nuestro entorno.

Como tenarenses, sin importar la situación económica, basta identificarnos como hijos de este pueblo. ¡Celebremos unidos!

*El autor es graduado en Ciencias Agrícolas de la Universidad Mundial Dominicana. Animador cultural y servidor social. Es miembro del Taller Literario Francis Livio Grullón de Tenares, donde contribuye a la preparación de los jóvenes interesados en la literatura. Ha publicado en algunas revistas y periodicos de la región nordeste y en medios alternativos del país. Es el Vicepresidente y Gerente General del Movimiento Artístico Hermanas Mirabal de la República Dominicana.

sábado, 12 de junio de 2010

Primer Centenario de Tenares... ¿algún legado?

Por Eddy Sosa*
La celebración del primer centenario de la fundación de Tenares debe ser una gran oportunidad para evaluar con mucha seriedad y sinceridad nuestras fortalezas y debilidades en estos años transcurridos; determinar como fruto de esta evaluación, cuales han sido nuestros grandes logros y nuestros grandes desaciertos, para así poder tomar acciones concretas que promuevan nuestro desarrollo. Los reconocimientos a destacadas personalidades de este municipio nos permitirán crear conciencia de los valores existentes en nuestra comunidad y como propuesta motivadora, mucho nos gustaría escuchar en un acto público las historias conmovedoras e interesantes de las personas reconocidas y el móvil que las ha llevado a ser entes de bien social.

Será a la vez un gran momento, como así lo planteó nuestro amigo Eduard Tejada, de pensar un poquito más en nuestros recursos naturales: ríos, montañas, bosques, parques, cuencas hidrográficas etc. Y que esto se manifieste con un primer ejemplo, sembrando los primeros cien árboles por personas destacadas del municipio.

Es por igual, una excelente ocasión para repensar en nuestra juventud tenarense y la falta de oportunidades. Sabemos que para este gran evento nos visitarán muchos tenarenses ausentes y personas con mucha solvencia moral y económica, en este momento trascendental, que impere el diálogo antes y después del simposio propuesto, que versará sobre el futuro de Tenares y que de ahí salga una comisión que pueda conseguir por lo menos cien becas y cien empleos para jóvenes de escasos recursos de nuestro municipio, o bien sea lo que los participantes del mencionado simposio consideren oportuno.

Algo sumamente importante, que no se debe escapar, es la propuesta de que se sumen todos los funcionarios públicos del municipio así como todos los empresarios, para formar una comisión que se dirija al Palacio Nacional para plantear el grave problema del sistema de alcantarillado y agua potable del municipio de Tenares.

Llevando acabo estas pequeñas acciones, así como otras más no mencionadas aquí, podremos seguir avanzando y celebrar un primer centenario, y otros más, con mucho orgullo y dignidad.

*El autor es licenciado en Lenguas Modernas, mención Inglés, (UASD), con Maestría en Educación Superior (UCNE). Es animador sociocultural, servidor social y activista ambientalista. Miembro fundador y subcoordinador del Taller Literario Francis Livio Grullón. Miembro fundador de la Fundación de Interacción Cultural Dominico-Americana. Miembro fundador de la Comunidad Ecológica de la Provincia Hermanas Mirabal. Ganador del primer lugar, renglón cuento, en el Concurso Regional de Literatura 2009, organizado por FUNDACOM, en la Provincia Duarte. Ganador de una mención de honor en el concurso de ensayo "Profesor Juan Bosch: Legado de un Humanista" en conmemoración al centenario del Natalicio de Juan Bosch. En 2009 publica su primer libro de cuentos: “Lively Short Stories”. Un trabajo suyo aparece en “Textos reunidos” publicado en el marco de la XIII Fería del Libro Santo Domingo 2010, en conmemoración del 50 aniversario del asesinato de las Hermanas Mirabal.

jueves, 10 de junio de 2010

Primer Centenario de Tenares... ¿nos atañe?

Por Carlos Sosa
Perdón, Verdaguer… Cien años sí es un siglo.

Octubre 20 del 1910. Tenares es declarado "Pueblo legalmente constituido". Hace cien años. Pero a quién le ha importado un bledo eso. Que es un centenario para que celebremos con orgullo el haber aglutinado, albergado y dado al mundo hombres y mujeres en todos los ámbitos del saber y el quehacer humano.

En una sociedad con sentido de la historia se organizan grandes desfiles y una exposición nacional de lo que somos, para demostrarle al país los progresos de un pueblo ejemplar. Se cursan invitaciones a todos los representantes de pueblos circunvecinos, a la diáspora, a los tenarenses dispersos en el mundo y gobiernos municipales de pueblos amigos. Artistas, comerciantes, familias en ausencia. A los escritores en franca actividad. Y reflexionamos sobre lo que nos ha sucedido en cien años. Cómo subsanar las debilidades y fortalecer de algún modo las vulnerabilidades.

Tite Concepción ya lo ha rezado hasta la saciedad. Celebramos un bello acto en el 99 aniversario, en la hermosa Plazoleta José Minervino, con niños y adolescentes de diferentes centros escolares, porque el fundador don Julián también cumple años el 20.

El Centenario de la Fundación de Tenares en octubre generará una cobertura noticiosa nacional sin precedentes. Donde miles de tenarenses se esforzarán por dejar el mejor testimonio humano de los primeros 100 años de esta joven demarcación geográfica llamada Tenares. Salcedo hizo lo propio hace treinta años, celebrando con bombos y platillos. Igual que Castillo, Cotui, Bonao, Jánico...

El gobierno debe decretar semana aniversaria, el congreso y la alcaldía tienen un capítulo para tales fines.

Nos encaminamos hacia el primer centenario de nuestra fundación. El mejor homenaje a aquellos padres fundadores no será seguramente un frío monumento o una placa de bronce destinada a ser robada y fundida, sino cumplir con aquellos puntos cardinales trazados por tantos apellidos insignes que nos han honrado por permanecer haciéndonos crecer, quedándose aquí, aun teniendo otras tantas oportunidades y alternativas.

Los Minervino, Javier, Camilo, Morillo. Los Tábar, Pantaleón, Concepción-Lajara, González, Antigua… anhelaban un pueblo con industria, justicia, equidad y educación, como lo dejaron plasmado en sus incontables testimonios y anhelos.

En ese contexto estaremos sacando a flote nuestra memoria geográfica, nuestro espíritu colectivo de hacer más que una fiesta de rones y estridencias, más bien un homenaje a la historia viva. Al espacio que hemos construido entre todos para legarles a nuestras generaciones por venir otro siglo de luz. Otro siglo de solidadridad.

¡Enhorabuena tenarenses!, aunemos esfuerzos. ¡Feliz Centenario!

jueves, 3 de junio de 2010

El pueblito que reía y reía...

Por Carlos Sosa*

Lo que más me impresionó fue ver sus calles anchas, muy anchas. Alguien me contó que un inmigrante llamado José Minervino, se inspiró en una calle de Buenos Aires y las diseño con regla y compás para que así las hiciesen. Mis padres habían nacido aquí y lo conocían pero yo no, aunque vine muy chiquito, ya sabía que se llamaba Tenares. Que le habían puesto ese nombre en honor a un oficial (general) que peleó en la guerra y que casi estaba en el olvido. Ese señor muy valiente, murió viejecito sin mucho reconocimiento, me cuentan, nació en Yaiba, un campito del Municipio de Castillo, pero de él se sabe muy poco. Una escuela de Castillo se llama como él, Olegario Tenares.

Tenares queda en el nordeste del país. Limita al norte y oeste con la provincia de Espaillat, al sur con las de Duarte y La Vega y al este con la Duarte. Está formada en su zona norte por las estribaciones meridionales de la cordillera Septentrional, en tanto que el sur es una llanura de suave pendiente. El clima es más lluvioso en la sierra y hacia la llanura, todavía cálida y húmeda descienden las precipitaciones, lo que permite la presencia de del bosque en la primera y fértiles tierras de cultivos tropicales en la segunda: café, cacao, plátano, guineo, maíz, frijoles, tabaco, cítricos y otros cultivos, como la yuca y la batata. Pertenece a la provincia Hermanas Mirabal y cuenta con una superficie de 161.10 km2; población (1990), 32,976 habitantes, 199 por km2, más de 9 mil estudiantes, 320 maestros, 452 estudiantes de universidades y más de medio centenar de escuelas y colegios. Un parque que ya la familia casi no visita, un centro Comunal, una amplia sala de Internet, un Poli Deportivo, un hermoso templo Católico, El Cerro de la Cruz, una de las mayores elevaciones de la Septentrional, muchas otras iglesias, pero no tenemos cine ni agua potable.

Pero Tenares es chévere, su gente se ríe mucho y esto me gusta, hay la historia de que los viajeros de paso, contaban sus historias por las noches y que siempre estaban riendo. Trabaja desde muy temprano y a veces se divierte. El aparato productivo está compuesto de agricultores, que siembran la tierra y cuidan su cosecha para venderla y alimentar a los suyos, pequeños comerciantes llamados chiriperos, pulperos y negociantes, principalmente tiendas, salas de Chat, salones de belleza, aunque también existen fábricas de queso, dulces, y de materiales de construcción.

Casi todos sus niños van a la escuela, en los campos algunos ayudan en la agricultura. Muchos hacen deporte en pequeñas ligas o guiados por sus maestros, pero hay pocas opciones de diversión sana. Cada año se celebran eventos donde los niños tienen participación.

Antes era muy diferente, 100 años atrás, cuando el pueblito se fundó y se llamaba Los Ranchos, los niños andaban a pie si era cerca y en burro o caballo si era lejos. Algunas cosas no existían y en vez de las actuales había tinaja, higüero, pilón, colador de tela, catre, litera, lámpara jumeadora, batea, lebrillo, terina, ponchera vacero y las calles no tenían asfalto.

Gran parada era el punto de encuentro para negocios, actividades y recibir visitas. (Quizás por eso tiene el club cultural más viejo de la región aún con vida). Hasta que Don Julián se mudó en el centro y dijo: “Aquí fundaremos un Pueblo” y así fue.

La iglesia jugó un papel muy importante, por la fe del pueblo. El día de San Antonio de Papua se celebra el 13 de junio, hasta hoy.

Pese a que somos apenas un pueblito, lejos de la capital, la gente vive feliz y se ríe todavía. Nos gusta que los más de diez mil tenarenses que viven en el exterior (Estados Unidos, Puerto Rico y España) nos manden regalos. Pronto, muy pronto, Tenares será más grande y más hermoso, entonces ustedes verán como todo el mundo ríe, ríe y ríe de felicidad, Dios mediante…

*El autor es maestro, comunicador y escritor de Tenares. Ganador de incontables premios. Ha publicado textos en cuento y poesía. Columnista, articulista y colaborador de diferentes medios de comunicación. Autor de temas musicales, incluyendo el himno de la Asociación Pro Desarrollo de Tenares. Promotor cultural y ecologista (Fundador del grupo ecológico PROVIVIR y del grupo de Teatro IMPACTO). Su novela Alas de Almendro, promete recoger momentos importantes de nuestra vida municipal. En la actualidad trabaja la Educación Artística desde su posición con docentes, estudiantes e instituciones.

El niño que fundó un pueblo

Por Dr. Andrés Gabino Concepción (Tite)*

-Abuelo, cuéntame un cuento. Háblame de un niño que se llamó Julián Javier.

-Mi querido nieto, tú te refieres al hijo de don Elías Javier y Doña Victoria de la Cruz. Bueno, ese niño nació hace mucho tiempo, el 20 de octubre de 1880, en el campito llamado Arroyo Seco. Desde muy pequeño, Julián fue amante de la naturaleza, le gustaba jugar con los animales. Fue un niño tranquilo, obediente, respetuoso y cuidaba a los viejos del lugar. Un día vino de visita a su casa, la familia Estrada desde San francisco de Macorís, puesto que ellos lo habían bautizado. Por la tarde, cuando reposaban en la terraza cerca de la cocina, el señor Estrada dijo a don Elías: “Compadre, el objetivo de mi visita, entre otras cosas, es llevarme a mi ahijado Julián para nuestra casa y ponerlo a la escuela, este niño compadre, no puede crecer bruto, por su forma de ser se nota que tiene inteligencia natural y de él se puede sacar un gran hombre. Esa forma cariñosa y las preguntas que hace, dice lo que va a ser”. Don Elías, su padre, sorprendido por la petición del compadre no atinaba a darle una respuesta y después de estar una hora pensando lo que iba a decir, ya cuando se despedía del señor Estrada le dijo: “Compadre, deme una semana, para decidirme si lo dejo ir o lo dejo aquí… Fíjese compadre, no es fácil decidirme. Julián nunca se ha ido ni siquiera por dos días fuera de esta casa. Agradezco su intención. Yo le aviso, yo voy a comunicárselo personalmente”. Esa vez se fueron si el niño. Ese domingo, luego de retirarse la visita, don Elías le preguntó al niño Julián: “Hijo mío, ¿quieres crecer bruto, ignorante o por el contrario deseas estudiar en el pueblo, tener como amigos, a otros muchachitos, llegar a ser un hombre preparado?”. El niño Julián contestó: “¿Cuándo me voy papá?” “Déjame comprarte una ropita y zapatos nuevos”, repuso el padre. “Ve ahora donde Victoria y dale la noticia”. La madre al recibir la información lo abrazó entre alegría y tristeza porque quería que su hijo estudiara, pero no se quería separar de él”. Al Julián llegar a San Francisco de Macorís, la forma de vida, la comida, hasta la noche, para él le resultaron diferentes. Recibió clases de todo lo relacionado con la educación primaria, con el maestro Don Francia Guzmán. El niño Julián venía cada quince días y a veces duraba un mes. Al llegar a su sitio natal y saberlo los primitos y niños del lugar, venían a saludarle, él seguido salía a jugar con ellos y a enseñarle muchas cosas de las que aprendía en el pueblo. Así es como el niño comienza desde pequeño a convertirse en u líder de los demás niños de Arroyo Seco. Vuelve a quedarse definitivamente cuando ya el profesor Francia Guzmán no puede enseñarle más.

-Abuelo, ¿cómo funda el pueblo de Tenares?

-Adorado nieto, el hecho de haber vivido en el pueblo de San Francisco de Macorís, ver la diferencia que hay entre el pueblo y el campo, esa experiencia lo ayudó a inclinarse a fundar un pueblo. Además el casarse con una mujer cubana, muy culta y leída llamada Amparo Naranjo, lo motivó a no llevarle al campo y decidió construir una casa en la hoy calle Sánchez donde está la clínica del Dr. Cabral.

-Abuelo, ¿qué edad tenía Julián Javier cuando dio el primer picazo de su casa para fundar el pueblo?

-Vamos a ver mi niño. Si nació en el 1880 y fundó el pueblo de Tenares en el 1910, entonces tenía 30 años de edad. ¿Verdad? Era todo un hombre. Trabajador incansable, usó las palabras y las manos para fundar, fue un gran conciliador y un buen consejero.

-Abuelo, ¿por qué la gente dice que fue el fundador de Tenares?

-Hijo, tu pregunta es muy interesante y se parece a las que hacía el niño Julián, pues fíjate, es nuestro fundador porque tumbó la finca de cacao y la dividió en solares y calles, construyó varias casas para el comercio, luego compró seis tareas para construir el parque y la iglesia y solicitó dos tareas a don Félix Morales, para el cementerio. Lo previó todo. Con el parque logró que la gente se recreara, con la iglesia, la meditación y el fortalecimiento de la fe. Un lugar para adorar a Dios y en el cementerio, la morada final, el descanso eterno.

-¿Y desempeñó algún cargo en este pueblo?

-Claro, en el 1925 fue alcalde pedáneo de la sección Los Ranchos, hoy Tenares. ¿Complacido hijo?. Hay que agradecer al niño Julián. Los pueblos son del tamaño de su gratitud. En los muchos años de su existencia, sólo dejó de pensar, orientar y construir, cuando ya los pobres huesos y el cansado corazón tocaban el agotamiento, pero desde la niñez el espíritu pudo más que la adversidad. Su espíritu se movía hacia arriba siempre hacia arriba…

*El autor es odontólogo, maestro, historiador e investigador de temas diversos. Poseedor de un espíritu de colaboración y solidaridad a toda prueba. Trabajador social y fundador de centros educativos e instituciones de servicio. Ha publicado varias obras, incluyendo el libro “Historia de Tenares”. Deportista de varias disciplinas y político de renombre. Ex Síndico del Municipio de Tenares. Coleccionista de testimonios históricos materiales de invaluable importancia. En la actualidad posee en sus manos un importante proyecto, programa que ha acordado compartir para su ejecución desde el Ayuntamiento Municipal.