Por Carlos Sosa*
Lo que más me impresionó fue ver sus calles anchas, muy anchas. Alguien me contó que un inmigrante llamado José Minervino, se inspiró en una calle de Buenos Aires y las diseño con regla y compás para que así las hiciesen. Mis padres habían nacido aquí y lo conocían pero yo no, aunque vine muy chiquito, ya sabía que se llamaba Tenares. Que le habían puesto ese nombre en honor a un oficial (general) que peleó en la guerra y que casi estaba en el olvido. Ese señor muy valiente, murió viejecito sin mucho reconocimiento, me cuentan, nació en Yaiba, un campito del Municipio de Castillo, pero de él se sabe muy poco. Una escuela de Castillo se llama como él, Olegario Tenares.
Tenares queda en el nordeste del país. Limita al norte y oeste con la provincia de Espaillat, al sur con las de Duarte y La Vega y al este con la Duarte. Está formada en su zona norte por las estribaciones meridionales de la cordillera Septentrional, en tanto que el sur es una llanura de suave pendiente. El clima es más lluvioso en la sierra y hacia la llanura, todavía cálida y húmeda descienden las precipitaciones, lo que permite la presencia de del bosque en la primera y fértiles tierras de cultivos tropicales en la segunda: café, cacao, plátano, guineo, maíz, frijoles, tabaco, cítricos y otros cultivos, como la yuca y la batata. Pertenece a la provincia Hermanas Mirabal y cuenta con una superficie de 161.10 km2; población (1990), 32,976 habitantes, 199 por km2, más de 9 mil estudiantes, 320 maestros, 452 estudiantes de universidades y más de medio centenar de escuelas y colegios. Un parque que ya la familia casi no visita, un centro Comunal, una amplia sala de Internet, un Poli Deportivo, un hermoso templo Católico, El Cerro de la Cruz, una de las mayores elevaciones de la Septentrional, muchas otras iglesias, pero no tenemos cine ni agua potable.
Pero Tenares es chévere, su gente se ríe mucho y esto me gusta, hay la historia de que los viajeros de paso, contaban sus historias por las noches y que siempre estaban riendo. Trabaja desde muy temprano y a veces se divierte. El aparato productivo está compuesto de agricultores, que siembran la tierra y cuidan su cosecha para venderla y alimentar a los suyos, pequeños comerciantes llamados chiriperos, pulperos y negociantes, principalmente tiendas, salas de Chat, salones de belleza, aunque también existen fábricas de queso, dulces, y de materiales de construcción.
Casi todos sus niños van a la escuela, en los campos algunos ayudan en la agricultura. Muchos hacen deporte en pequeñas ligas o guiados por sus maestros, pero hay pocas opciones de diversión sana. Cada año se celebran eventos donde los niños tienen participación.
Antes era muy diferente, 100 años atrás, cuando el pueblito se fundó y se llamaba Los Ranchos, los niños andaban a pie si era cerca y en burro o caballo si era lejos. Algunas cosas no existían y en vez de las actuales había tinaja, higüero, pilón, colador de tela, catre, litera, lámpara jumeadora, batea, lebrillo, terina, ponchera vacero y las calles no tenían asfalto.
Gran parada era el punto de encuentro para negocios, actividades y recibir visitas. (Quizás por eso tiene el club cultural más viejo de la región aún con vida). Hasta que Don Julián se mudó en el centro y dijo: “Aquí fundaremos un Pueblo” y así fue.
La iglesia jugó un papel muy importante, por la fe del pueblo. El día de San Antonio de Papua se celebra el 13 de junio, hasta hoy.
Pese a que somos apenas un pueblito, lejos de la capital, la gente vive feliz y se ríe todavía. Nos gusta que los más de diez mil tenarenses que viven en el exterior (Estados Unidos, Puerto Rico y España) nos manden regalos. Pronto, muy pronto, Tenares será más grande y más hermoso, entonces ustedes verán como todo el mundo ríe, ríe y ríe de felicidad, Dios mediante…
*El autor es maestro, comunicador y escritor de Tenares. Ganador de incontables premios. Ha publicado textos en cuento y poesía. Columnista, articulista y colaborador de diferentes medios de comunicación. Autor de temas musicales, incluyendo el himno de la Asociación Pro Desarrollo de Tenares. Promotor cultural y ecologista (Fundador del grupo ecológico PROVIVIR y del grupo de Teatro IMPACTO). Su novela Alas de Almendro, promete recoger momentos importantes de nuestra vida municipal. En la actualidad trabaja la Educación Artística desde su posición con docentes, estudiantes e instituciones.