Publicada el 21/10/2010
La gerencia de comunicación del centenario ha estado excelente con Raquel Ortega. Ha logrado colocar a Tenares en un lugar mediático sin precedentes con una inversión muy baja. La construcción de hermandad y amor por el terruño ha sido eje vital de la tarea.
Por: Tony Pérez
Tenares, antiguo pueblo de Los Ranchos, celebra su centenario este miércoles 20 de octubre. Y si algo bueno ha logrado el comité organizador ha sido aglutinar a millares de nativos durante una semana de intensas fiestas, sin reclamarles carnés de partidos políticos ni de residencias, algo poco común en otras tierras de la República.
Unos viven en el mismo pueblo y en la zona sub-urbana. Otros en la cordillera septentrional, que abraza a la comunidad. Otros en la capital. O en Nueva York. O en Boston. O en Miami… Al final, sin embargo, todos y todas, perredeístas, peledeístas, reformistas, comunistas, “ateos y disociadores”, cuerdos y locos… se juntan y muestran su orgullo de ser tenarenses.
Han ganado una de las batallas a los celos y a las mezquindades.
Transitando por las calles de este municipio cacaotero de la provincia Hermanas Mirabal, unos 140 kilómetros al nordeste de la Capital, he visto un desbordamiento humano sin precedentes, pero sin riñas mayores. Y he notado un esfuerzo invaluable de resaltar la cultura sin excluir el entretenimiento. Allí se baila, se bebe y se goza; se reza y se canta; se reflexiona y se discursea; se trabaja y hasta hay chance para los “bultos”.
Los murales sobre las tres hermanas Mirabal asesinadas por los Trujillo, hermosean los espacios públicos al tiempo que la iconografía revela relatos tristes de la tiranía y, paradoja, de la paz soñada tras la tormenta. Las calles anchas –y las estrechas— se atestan de gente hasta entrada la madrugada. No hay espacio para aquello diferente al centenario…
La gerencia de comunicación del centenario ha estado excelente con Raquel Ortega. Ha logrado colocar a Tenares en un lugar mediático sin precedentes con una inversión muy baja. La construcción de hermandad y amor por el terruño ha sido eje vital de la tarea.
Eso sí, los días siguientes a estos cien años deberían servir para algo más: lograr con el Gobierno la construcción de un verdadero acueducto, porque Tenares, aunque usted no lo crea, en pleno siglo de la información y el conocimiento carece de agua potable y la cantidad de enfermedades hídricas es incontable. Es un pueblo multíparo como ningún otro en pozos tubulares infiltrados por hoyos sépticos de letrinas. Nadie se atreve a decir que es salubre, pese a la riqueza infraestructural y de “yipetas” que exhibe.
Inaceptable, injustificable, vergonzoso e imperdonable en una provincia madre de tantos influyentes.
La falta de seguridad pública parece ser otra de las debilidades más acentuadas si el indicador es el cuartel policial desnutrido y feo que enseña la principal avenida, la Duarte.
Igual para los caminos de accesos a sus comunidades agrícolas cercanas; en poco tiempo, solo serán aptos para burros.
Pero cuando un pueblo lo desafía todo y baja en masa a sus plazas a celebrar su primer centenario, consolida su identidad y obliga a pensar en que la reivindicación es posible.
¡Enhorabuena y felicidades a los organizadores!
tonypedernales@yahoo.com.ar
http://noticiassin.com/www/index.php?go=Display&act=display_article&tid=10&aid=21295
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